Desde Charles Darwin que todo el mundo lo sabe: vivir es supervivencia y reproducción.
Te puede parecer injusto, pero eso no cambiará nada.
Si eres feo (como yo) o si eres calvo (como yo), si eres pobre (como yo) y sobre todo, si eres hombre (como yo), más te vale espabilar.
Porque la vida es dura, y tal vez el gobierno pueda ponerte una paga por deficiente mental, pero difícilmente te asignará una chica “de oficio”.
Repito: puedes llorar como un hombre deconstruido, o rebelarte como una mujer empoderada.
El amor es de esas cosas que ni tus padres ni el gobierno pueden regalarte. Como la autoestima, la confianza, la felicidad… y casi todo lo que realmente importa.
O te trabajas, o lloriqueas en redes sociales.
O seduces, o te extingues.
Me da igual que tu vecino sea más guapo, o que tenga más pelo.
Todo sería más fácil si las mujeres se sintieran atraídas por hombres fieles, cariñosos, atentos, educados…
Pero la vida es como es, y a ellas les ponen los tíos fuertes de carácter, seguros de sí mismos y que proyectan alto estatus.
¿Justo, injusto? No importa. Aunque te sientas inseguro por tu altura, o por tu calvicie…
¿Hay calvos que follan como cabrones? Te digo yo que sí, por propia experiencia.
Y tíos de 1,65 que no paran de ligar.
Pero claro, es más cómodo fijarse en el guapo cachas que lleva un cochazo… así te pones excusas para no mover el culo.
Culpar a los guapos, a las feministas, o a la genética, puede calmar tu ego. Tranquilizarte, y darte una excusa…
Aunque la realidad es más jodida: hay tíos que no son mejores que tú, y tienen una novia buenorra.
Más te diré: hay tíos de 47 años, feos, calvos y cuerpoescombro que se permiten rechazar mujeres, mientras tienen a varias peleando por su atención.
Sí, estoy hablando de mí.
Soy Héctor Latorre, enseño estrategias y herramientas de inteligencia social para bla, bla bla… Resumen: enseño a seducir.
Claro que para mejorar tuve que dejar de compadecerme de mi mala suerte. Y aprender, porque mi talento natural para la seducción es nulo.
Ni soy bueno leyendo las señales, ni un caradura. Sólo tengo una virtud… luego te la cuento.
Gente desconocida empezó a ofrecerme dinero por ayudarles a recorrer ese mismo camino de mejora personal.
Sé que son más de mil alumnos que han pasado por mis cursos y talleres, pero perdí la cuenta hace tiempo.
Por eso es fácil que te suene mi cara.
He salido en TV, radio, prensa, podcasts…
Por supuesto, me han llamado machista, estafador, acosador y otros piropos que acepto de buen grado.
No sé si puedo ayudarte a ti, pero si has llegado hasta aquí sin sentirte herido, vamos bien.
Si lo anterior te parece escandaloso, o te ofende… sal de aquí rápido.
Jamás querría herir a una florecilla delicada.
Yo soy más de los juncos, tan resistentes que se doblan ante el viento y no se parten, se fortalecen ante las tormentas y pueden vivir semanas sin agua.
Si quieres gustar más, ligar más o incluso tener una vida más interesante, apúntate a mi lista de correo.
Ahí te daré consejos casi cada día, con los que podrás mejorar tu vida sentimental y sexual para siempre.